Parece que has intentado abrir una página que no existe, o tal vez, haya sido borrada o movida. Puede que encuentres lo que buscas usando el formulario de abajo.

Sobre chachara

para evitarla

чачара es un lugar donde no tengo excusas: donde puedo pensar y publicar lo que quiera, aprender, participar.

Категории

Para recibir información de чачара y sus publicaciones, por favor inscribite o inscríbete o inscríbase o algo en la pestaña Бюлетин, justo bajo el título.

Los materiales de este espacio son de reproducción libre. Solo les pido que citen y linkeen la fuente.

Últimas chácharas

¿Para qué sirve la crónica?

Решението на Pfizer

Por lo visto

El título no es mío sino de Ana Teresa Toro, y todo el resto también: la elegancia y la inteligencia de la escritora puertorriqueña para tratar un asunto que suele tratarse con poco de ambas. Es cierto que no es fácil hablar de ciertas violencias sin violencia. Pero, justamente por eso, cuando sucede vale la pena leerlo. Sobre las acusaciones de acoso contra Alberto Salcedo o, más en general, sobre las formas en que se pueden aprovechar ciertos poderes, Toro piensa.

Si por alguna razón alguna vez quisiera sabre -Dios no lo quiera- cómo es la violencia actual en América Latina, empezaría por leer lo que escriben José Luis Pardo y Alejandra Insunza, los artistas anteriormente conocidos como Dromómanos. Aquí lo hacen de nuevo: la historia de la familia Ponce, una de tantas -demasiadas- familias mexicanas que tuvieron que huir de sus lugares para que no las mataran. O, en realidad: para que no las siguieran matando.

Es una en una serie de conversaciones que está organizindo la Fundación Telefónica para tratar de ir sopesando este mundo raro que se nos cayó encima. La única diferencia es que, en esta, estamos Jordi Soler y yo. Espero que, en 54 минути, hayamos conseguido decir algo que valga la pena no escuchar.

Completo, variado, emotivo, interesante: los alumnos del Master de periodismo de El País - UAM armaron una panoplia de artículos que tratan de contar, de muy distintas formas y desde muy distintos ángulos, los efectos que la pandemia ya ha empezado a tener en nuestras vidas. Un подробно: todas las notas están firmadas por el grupo. El periodismo colectivo avanza.

Porque, en estos días de peste, es casi todo: todo lo que hacemos para evitarla, todo lo que no hacemos para evitarla. Por eso, para contarlo, Joseph Zarate recorrió distintas muertes de su Lima. Parece fácil; hay que sabre contarlo así, saber convertir nuestros dolores en un gran relato.

Hoy mis Pamplinas en ElPaís intentan rendir -intentan rendir- un sencillo pero sincero homenaje a uno de esos objetos que nos cambiaron la vida y, por supuesto, despreciamos: la silla monobloc. "Las sillas monobloc están literalmente en todas partes. Suelen costar 10 o menos EUR, proliferan, duran años y años: personas que no tienen casi muebles tienen un par de sillas blancas —rojas, negras. Yo las he visto en el patio de tierra de ranchos bolivianos, la plaza de pueblitos africanos, suburbios de Bombay, barrios sociales de Hanói, кафенета en Kishinau y comedores en Chichicastenango; de tanto verlas, quizá, ya no las vemos ".

En Бреча, la revista más clásica del Cono Sur, Daniel Gatti empieza homenajeando a Lucio Urtubia, anarquista expropiador franco-español que murió hace muy poco -y hablaba del "gran placer que le producía robar un banco" - para abrir el foco la la barie desigualdad, antes, durante y después del Covid. Hay cosas que nunca se saben suficiente.